sábado, 24 de noviembre de 2007

LA OCUPACIÓN DE LA ARAUCANIA


En 1861, el presidente José Joaquín Pérez Mascayano inicia la ocupación de la Araucanía (denominada en los documentos oficiales chilenos como pacificación de la Araucanía), zona que comprende los terrenos ubicados entre los ríos Biobío, por el norte, y Toltén por el sur. Fue un proceso de invasión militar y aculturación de los territorios mapuchesautónomos por parte del estado chileno. Se prologó durante casi toda la segunda mitad del siglo XIX.
En estas tierras habitaban más de 180 mil indígenas, compuestos por los pueblos pehuenches y mapuches. Dicho territorio se había mantenido rebelde a partir de la denominada Guerra de Arauco ante el dominio español durante la Conquista deChile y todo el período colonial de Chile, en la llamada Guerra de Arauco, sin que ningún bando venciera claramente.
Luego de la independencia de Chile
, ya en el período republicano, se ordenó la celebración de un parlamento general con los mapuches que habitaban al sur del río Biobío, con la finalidad de acordar el estatuto que regularía las relaciones entre la naciente república y el pueblo mapuche; realizándose así el Parlamento de Tapihue en enero de 1825
. Sin embargo posteriormente sucedieron diversos hechos que obligaron al estado chileno a destinar recursos a la zona de la frontera.
Además, durante la Revolución de 1851
, el general José María de la Cruz, líder del movimiento golpista, reclutó a varios loncos mapuches y sus clanes para alzarse en armas contra el gobierno, esto lo pudo lograr gracias a la relación de amistad que mantenía el general con los caciques, entre ellosColipí. Cuando su insurrección fue aplastada por el general Manuel Bulnes, los caciques en vez de rendirse junto a De la Cruz se replegaron a la frontera junto con varios miembros descolgados del antiguo ejército, dedicándose al pillaje y al robo de ganado, por los siguientes 4 años. Esto motivó al gobierno a movilizar al segundo batallón del segundo de línea, hasta enero de 1856.

El gobierno de Chile toma la decisión de ocupar efectivamente la Araucanía cuando aparece en la zona, el año 1861, el francés Orólie Antoine de Tounens, intentó crear el Reino de la Araucanía y la Patagonia y se autoproclamó rey, tomando el nombre de Orélie Antoine I.
De esta forma, las autoridades deciden aplicar el plan propuesto por el General de Ejército Cornelio Saavedra Rodríguez
. Dicho plan incluye no sólo acciones militares, sino además la penetración pacífica de los territorios, mediante el traspaso de la cultura chilena al otro lado de La Frontera. Se busca fundar ciudades, construir obras públicas tales como caminos, telégrafos, y crear escuelas y hospitales.
En poco tiempo, Cornelio Saavedra puede ocupar la zona que va hasta el río Malleco
, lugar donde refunda la ciudad de Angol, y los fuertes de Mulchén y Lebu, en 1862. Por el territorio costero, alcanza a avanzar hasta el río Toltén. Esta primera ocupación se lleva a cabo con relativamente poca resistencia, pero luego se produce una sublevación de los mapuches que habitan las cercanías del río Malleco, bajo el mando del lonco
Quilapán.
La Guerra del Pacífico
significó que las fuerzas del ejército de Chile se concentraran en este conflicto en particular, situación que fue aprovechada por los mapuches para lanzar nuevos ataques a los puestos ubicados en las zonas fronterizas. Esta nueva sublevación ocurrida en 1880 se materializa en pérdidas para ambos bandos. Pero, una vez finalizada la guerra que enfrenta a Chile contra Bolivia y Perú, el ejército instruido por el gobierno de Domingo Santa María retoma en forma vigorosa la campaña de incorporación de la Araucanía. Quien está a cargo de anexar el territorio restante es el Coronel Gregorio Urrutia
.
En su campaña de carácter punitivo, erige diversos fuertes, llegando hasta la zona donde se encuentra el Lago Villarrica
y refundando la ciudad del mismo nombre. Además, se fundan los fuertes de Carahue, Lautaro, Pillanlelbún, Temuco y Nueva Imperial, y se producen terribles pérdidas en vidas a las tribus que habitaban en sus proximidades, muchas matanzas fueron realizadas. Se estima que al menos 10.000 indígenas fueron muertos en las escaramuzas lanzadas por el ejército chileno. Todo esto obligó a los sobrevivientes a escapar a la zona precordillerana habitada por los pehuenches, pueblo que ya compartía sus costumbres y con el que se fusionaron. Se puede decir que en esta etapa concluye realmente la Guerra de Arauco
como tal, después de más de 300 años de conflictos.
Esta etapa contempló la ocupación total de la Araucanía y su consolidación. De ese modo, el gobierno chileno llevó finalmente a cabo uno de sus principales proyectos de Estado, anhelado incluso desde la época de los españoles, quienes en el período colonial no lograron instalarse ni explorar la Araucanía.
Los vencidos fueron reubicados en "reducciones", es decir, terrenos comunitarios de extensión reducida para que practicaran sus actividades ganaderas, donde permanecen hasta hoy. En los territorios ocupados se les entregaron tierras a colonos chilenos y europeos, principalmente alemanes y franceses.
Durante los siglos XIX y XX, los mapuches sufrieron un cierto grado de discriminación y estigmatización por parte del criollo durante su proceso de integración a la sociedad chilena, que solo los confinaba a participar en ciertas áreas laborales. Esto persistió hasta bien entrado en los años 60. Durante la década del 70 y del 80 esta situación comenzó a revertirse.
Ya en el siglo XXI los mapuche se han integrado decisivamente a la sociedad chilena, sin distinciones, contribuyendo al desarrollo del país desde diferentes ámbitos, tanto económicos, culturales y deportivos. Son orgullosos de su pasado ancestral y su cultura es parte integral del patrimonio cultural chileno enseñándose en las escuelas como parte de su legado cultural su idioma, el mapudungún
. Es así, como los mapuches han sido reconocidos como pueblos
originarios, pero a pesar de esto aun están dentro de las comunidades más pobres de Chile. Igualmente persiste en algunas comunidades mapuches cerradas el trato distintivo hacia el chileno-no étnico a quienes llaman huincas, dichas comunidades viven en sociedades relativamente aisladas en sus reducciones indígenas con sus propias leyes.
Destaca igualmente que algunas organizaciones mapuches han solicitado autonomía y/o reivindicaciones de sus tierras ancestrales
a los gobiernos de la Concertación
; sin embargo dichas solicitudes no han estado exentas de conflictos y polémicas.

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